DEFENSOR DE COLÔNIA,
GOBERNADOR DE NUEVA GALES DEL SUR
Historiador australiano participante del Simposio de Historia Marítima y Naval lberoamericana que se desarrolló en la Isla Fiscal, Río de Janeiro en el mes de Octubre de 1999. Docente en Historia, se halla investigando la presencia británica en la marina portuguesa en el siglo XVIII, en particular en el Río de la Plata.
Los españoles habían
equipado varias balandras como guarda costas para perseguir y
capturar a los barcos brasileros de pesca y comercio que se dirigían
a Co1ónia. Phillip entendía que era su deber actuar en
forma enérgica para mantener alejados a los guarda costas,
a pesar de que el Gobernador de la praça, Francisco José
da Rocha, temía que esto pudiera provocar un ataque de las fuerzas
españolas en represalia.
No obstante,
Phillip no dudaba en hacer fuego sobre los buques españoles cuando
estos rehusaban saludar la bandera portuguesa y el riesgo trajo
buenos resultados ya que los guarda costas, a partir de ese memento,
fueron más circunspectos hacia los barcos portugueses, produciendo
así un cierto alivio del bloqueo.
[6]
La conducta de Phillip enColônia
fue elogiada por el Virrey, el Marqués de Lavradio, en un informe
sobre los oficiales de la flota escrito el 22 de octubre de 1777: "Cuando
en Colônia él, con solo su propia fragata, hizo que los
españoles respetaran esa fortaleza como debían hacerlo".
[7]
Lavradio
recibió un mensaje de Phillip fechado el 18 de noviembre
de 1776 informando que la praça necesitaba provisiones
y corbetas armadas urgentemente y manifestando que su buque era
el único barco de guerra allí. Y agregó: "No le
hablo a Su Excelencia del peligro, que corren los barcos que vienen
a esta praça debido a los Guarda Costas españoles que
están permanentemente patrullando, ni de la fuerza que se necesitaría
an este Río si estallara la Guerra, algo que Su Excelencia sabe
mejor de lo que yo puedo decir."
[8]
La guerra
de la cual hablaba Phillip estalló de verdad debido a que en
abril de 1776 Portugal recuperó la vila de Río
Grande de las fuerzas españolas que la habían capturado
durante la Guerra de los Siete Años. Una incitada España
organizó una flota de más de 100 barcos bajo el comando
del Almirante Casa Tilly para conducir a un ejército de 10.000hombres
bajo el mando de Pedro de Cevallos de Cádiz, con el propósito
de capturar la isla de Santa Catarina y toda la costa al sur de la misma
hasta el Río de la Plata. El territorio capturado se agregaría
al territorio gobernado desde Buenos Aires y Cevallos fue designado
primer Virrey de la extendida provincia. Para hacer frente
a esta amenaza, Lavradio le ordenó a McDouall que concentrara
su flota de nueve buques de guerra, incluyendo la Pilar de Phillip,
para defender Santa Catarina. Cuando la flota de Casa Tilly llegó
a cierta distancia de la isla el 17 de febrero de 1777, McDouall se
rehusó a entrar en combate. En un consejo de guerra que McDouall
convocó para discutir si atacar a la flota española o
no, seis de sus capitanes apoyaron su decisión de no entrar
en combate, mientras que Phillip y José de Mello y Brayner prefirieron
atacar."
[9]
Triunfó la mayoría y la flotilla
se retiró a Río de Janeiro, dejando a Santa Catarina y
su capital, Desterro, a merced de Casa Tilly y Cevallos. A pesar de
que esta medida preservó la escuadra para actuar bajo circunstancias
más favorables, Lavradio se exasperó por lo que consideró
una conducta cobarde de McDouall y, por el contrario, se quedó
favorablemente impresionado con la actitud agresiva de Phillip. En su
informe sobre los oficiales de la flota del 22 de octubre de 1777,
Lavradio escribió sobre Phillip: "Cuando la Flota zarpó
de Santa Catarina al recibir noticias de la Flota española,
é1 hizo todos los esfuerzos posibles para inducir al Jefe
a atacar al enemigo; y al ver que no lo hacía, le escribió
una carta privada implorándole, por consideración
a su propio honor y al de la Nación, que no se abstuviera de
atacarlos".
[10]
La escuadra
de McDouall zarpó nuevamente de Río de Janeiro el
1º de abril de 1777 con el propósito, de cortar las líneas
de suministros españolas entre Santa Catarina y el Río
de la Plata. El 19 de abril, el San Augustín, un
acorazado español de 70 piezas de artillería proveniente
de Montevideo, se encontró con los buques de McDouall a cierta
distancia de Santa Catarina. José de Mello, en la Prazeres
y Arthur Phillip en la Pilar encabezaron el ataque
sobre el San Augustín, a pesar de la superioridad
de armamento del barco español, y ambos pudieron dar en el blanco.
Tras una persecución que duró toda la noche, al amanecer
el San Augustín se encontró con McDouall
y todos sus barcos y luego de una corta acción arrió la bandera y se rindió. Lavradio quedó impresionado con
la audacia de Phillip al atacar a un acorazado de 70 piezas de
artillería con su fragata de 26 piezas, tal como lo registró
en un despacho del 2 de junio de 1777 a Mello e Castro: "El Capitán
Arthur Phillips llegó con su fragata y el enemigo le permitió
acercarse porque pensaron que este buque era uno de los suyos ya que
no podían convencerse de que un barco tan pequeño y débil
en artillería se aventurara a atacar a un buque de 70 piezas
de artillería. Fue recién cuando el Capitán Phillips
les hizo una descarga con todas sus piezas que se percataron de que
era una de nuestras fragatas."
[11]
El San Augustín fue puesto en servicio
en la Marina Portuguesa como el Santo Augustinho y el comando
del mismo le fue entregado a Phillip.
La guerra
llegó a su fin en agosto de 1777 cuando llegó al Brasil
la noticia de que las cortes de Portugal y España habian acordado
una tregua que el 1º de octubre se convirtió en paz por
el Tratado de San Ildefonso. Este último establecía un
arreglo total para todas las disputas territoriales entre las dos monarquías,
tanto en el hemisferio oriental como en el occidental. Santa Catarina
se devolvió a Portugal, se reconoció la posesión
portuguesa de Río Grande y Portugal renunció a sus
reclamos sobre Colônia. A efectos de eliminar toda causa
de desacuerdo, "aun con respecto a los dominios en Asia," Portugal
cedió a España todos los derechos sobre las Filípinas,
Marianas e islas adyacentes que hubieran podido reclamarse según
el Tratado de Tordesillas de 1494 o el Tratado de Zaragoza de 1529.
[12]
España
estaba preparada para ser generosa con Portugal debido a la perspectiva
amenazadora de una guerra con Gran Bretaña. Las colonias
britanicas en América del Norte habian declarado su independencia
el 4 de julio de 1776 y ya estaban recibiendo ayuda secreta de España
y Francia. Francia declaró la guerra a Gran Bretaña en
apoyo de los Americanos en julio de 1778. Phillip se enteró de
esto a su regreso a Lisboa en agosto (había sido asignado
a la escolta de un convoy desde Río de Janeiro) y decidió
dejar de prestar servicios con los portugueses y volver a la Marina
Británica. El 24 de agosto renunció a su cargo y un mes
más tarde se embarcó para Inglaterra. Llevaba una carta
de Mello e Castro elogiando sus servicios, manifestando que la
Reina había sido incapaz de rechazar su "admirable resolución"
de prestar servicios en su país y trasmitiendo su deseo de que
obtuviera un ascenso en la Marina Británica.
[13]
La confianza
de Phillip con respecto a su futuro en la Marina Británica se
habría incrementado por su conocimiento de que, además
de la carta de recomendación de Mello e Castro, é1
llevaba consigo artículos de valor más concreto. Eran
Las cartas de las costas y puertos de Brasil y el Río de
la Plata que é1 había hecho o copiado mientras prestó
servicios. Quizás haya sido una expectativa de que é1
volvería de Brasil con tan valiosa información lo que
llevó al Almirante Augustus Hervey a recomendar la designación
de Phillip para prestar servicios con los portugueses en 1774.
[14]
Hervey, uno de los Lores del Almirantazgo, aparentemente
ya había empleado a Phillip para espiar las instalaciónes
navales francesas.
[15]
Las costas y puertos de Brasil eran poco conocidas
para Inglaterra en esa época y la información con respecto
a los mismos podría resultar util para Gran Bretaña algún
dia. De todos modos, Hervey se había retirado cuando Phillip
volvió a la Marina Británica y le resultaba necesario
obtener un nuevo protector. La entrada de España en la guerra
contra Gran Bretaña en junio de 1779 le dio la oportunidad a
Phillip de sacar provecho de su conocimiento de América del Sur,
dado que el Gobierno Británico adoptó planes para atacar
las posesiones de España en esa parte del mundo.
El 19 de
julio de 1780 Phillip le escribió a1 Primer Lord del Almirantazgo,
el Conde de Sándwich, ofreciéndole sus servicios.
[16]
Sándwich le respondió afirmativamente
ya que Phillip tenía la información que él necesitaba
para ayudar a planificar una expedición naval bajo el mando de
George Johnstone a efectos de capturar la flota del tesoro español
que en ese entonces se estaba reuniendo en Buenos Aires. En consecuencia,
Phillip fue puesto en contacto con los más altos ministros de
estado ya que la tarea de Sándwich y del Almirantazgo
era ayudar al Secretario de Estado para Asuntos Interiores y Americanos,
Lord Germain, quien tenía toda la responsabilidad de dirigir
la Guerra Americana. Germain, Sándwich y Johnstone también
consultaron al antiguo comandante de Phillip en Brasil, Robert McDouall,
quien también había renunciado a su cargo con los
portugueses.
[17]
Una carta de Phillip a Sándwich del 17 de enero,
de 1781 registra el préstamo que Phillip hiciera a Sándwich
de sus cartas del Plata y de las costas brasileras para ser usadas
en la organización de la expedición: "En las Cartas
de la Costa del Brasil que tuve el honor de mostrarle a Su Excelencia,
hay tres buenos fondeaderos donde los barcos que necesitasen abastecerse
de madera y agua só1o encontrarían unos pocos pobladores,
en caso de no querer entrar a un puerto donde existiera una Guarnición.
La mayor parte del material de estas Cartas proviene de Relevamientos
regulares". El hecho de que Phillip esperaba beneficiarse si el ataque
sobre la flota del tesoro tenía éxito surge claramente
de su solicitud de que se reconociera que las cartas eran de su
propiedad: "No tengo duda de que cuando a Su Excelencia le plazca
dará órdenes para que sean entregadas a cualquier
Buque de Su Majestad e a la Compañía de la India pero
se darán órdenes para que yo pueda recoger el Crédito
& Ventaja que surja naturalmente de las mismas. Las Copias que el
Comodoro Johnson [es decir, Johnstone] deseaba están prontas."
[18]
La expedición
zarpó el 12 de marzo de 1781 con el objetivo adicional de intentar
primero la captura de Ciudad del Cabo de manos de los holandeses, quienes
ahora se habían unido a la guerra contra Gran Bretaña.
Sin embargo, en camino hacia el Cabo, la flota de Johnsione fue
atacada en las Azores por una escuadra francesa bajo las órdenes
del Almirante de Suffren, quien luego se dirigió a reforzar
a los holandeses en Ciudad del Cabo. La acción de Suffren impidió
eficazmente que Johnstone lograra los objetivos de su expedición.
[19]
A pesar de este revéds, la estrategia de realizar
ataques navales contra el imperio americano de España siguió
siendo atractiva para el Gobierno Británico. Robert McDouall
había zarpado en la expedición de Johnstone pero había
sido destacado de la misma para dirigirse a Río de Janeiro en
la balandra Shark, donde había obtenido información sobre
las defensas españolas del Capitán William Robarts, uno
de sus antiguos subordinados que aún prestaba servicios en la
Marina Portuguesa.
[20]
Esta información fue usada en la planificación
de la siguiente expedición contra la América española,
algo que Lord Shelburne, la persona que había sucedido a Germain
como Secretario de Estado para Asuntos Interiores y Americanos en un
cambio de gobierno, estaba decidido a continuar.
En julio
de 1782, en un cambio de gobierno, Thomas Townshend asumió
el cargo de Secretario de Estado para Asuntos Interiores y Americanos
y, con el mismo, la responsabilidad de organizar una expedición
contra la América española. Al igual que su predecesor
Lord Germain, recurrió al asesoramiento de Arthur Phillip.
[21]
El plan de Phillip era montar un ataque sorpresivo
sobre Buenos Aires y Montevideo usando una escuadra de tres acorazados
y una fragata, desde allí dirigirse a las costas de Chile, Perú
y Méjico para dedicarse al saqueo y por último cruzar
el Pacífico para unirse a la escuadra del Indico oriental del
Almirante Hughes a efectos de atacar Manila. El plan incorporaba una
propuesta hecha por el Capitán John Blankett a Lord Shelburne
en agosto de 1782: "Esta expedición podría dirigirse
a la Isla de Sta. Catarina o Río Negro por inteligencia e agua
y, en caso de no tener éxito en el Río de la Plata, dar
la vuelta y dirijirse inmediatamente a El Callao. En caso de tener éxito
en el Río de la Plato, la fuerza que estuviera en exceso podría
ser enviada como refuerzo a la India o a los mares del sur, según
lo que las circunstancias del caso indicaran como más prudente."
[22]
El plan guardaba
una notable similitud con un plan promovido por el Capitán William
Robarts, quien, en 1777, como Phillip, había sido un oficial
británico en la escuadra de McDouall de la Marina Real Portuguesa
en Brasil (había comandado la São João Baptista).
[23]
Es posible que los dos hubieran discutido tal operación
en ese momento, cuando ambos estaban en Río de Janeiro.
Robarts tambien había estado en Colônia en enero de 1763
cuando había comandado la fragata Ambuscade que formaba
parte de una escuadra de nueve buques bajo el mando de John MacNamara,
quien había intentado infructuosamente retomar el poblado
despues de haber sido capturado por los españoles al mando
de Cevallos.
[24]
La expedición,
que estaba formada por la Grafton, 70 piezas de artillería,
la Elizabeth, 64 piezas, la Europe, 64 piezas y la fragata
Iphigenia, zarparon el 10 de enero de 1783 al mando del Comodoro
Robert Kingsmill.
[25]
A Phillip se le dio el comando de la Europe.
26]
Poco dospués de zarpar, Gran Bretaña y España
pactaron un armisticio. Phillip se enteró de esto en abril
cuando entró a Río de Janeiro para reparar roturas
producidas por una tormenta. Le escribó a Townshend desde Río
de Janeiro el 25 de abril de 1783, expresándole su desilusión
porque el fin de la Guerra Americana le había quitado la oportunidad
de la gloria naval en América del Sur:
Tuve necesidad de entrar a este puerto
y le puedo asegurar, Señor, que la situación de las colonias
españolas es tal como siempre la he imaginado... Todas las tropas
regulares de Buenos Aires, Montevideo y las diferentes Guardias del
Río de la Plata no llegan a quinientos hombres. No hay ningún
buque de línea y só1o existen dos fragatas en el Río.
Usted supondrá fácilmente, Señor, lo mortificado
que me debo sentir al estar tan cerca y no tener libertad para actuar.
[27]
En vez de
regresar inmediatamente a Inglaterra para ser recompensado, decidió
navegar hacia la India por el Cabo de Buena Esperanza para unirse
al Almirante Hughes en Madras.
En ese memento,
a mediados de 1783, el protector de Phillip, Lord Sándwich, junto con
el Presidente de la Sociedad Real, Sir
Joseph Banks, abogaban por el establecimiento de una colonia británica
en Nueva Gales del Sur.
[28]
Una colonia en esa parte del mundo sería de gran
ayuda para la Marina Real al facilitar los ataques contra las posesiones españolas
en Chile y Perú, tal como lo señalaban los colaboradores
de Banks, James Matra, el Capitán Sir George Young y Sir John Call,
en las propuestas escritas sobre ese asunto. Banks tenía gran influencia
sobre la política gubernamental a través de su cargo como consejero
de confianza del Ministerio del Interior y del Almirantazgo.
Después
de regresar a Inglaterra desde la India en abril de 1784, Phillip permaneció
en estrecho contacto con Townshend (ahora Lord Sydney) y el Subsecretario
del Ministerio del Interior, Evan Nepean. De octubre de 1784 a
setiembre de 1786 fue empleado por Nepean (quien estaba a cargo del
Servicio Secreto con relación a los poderes de los Borbones,
Francia y España) para espiar los arsenales navales franceses
en Toulon y otros puertos.
A mediados
de 1786, una nueva guerra con España, Francia y Holanda parecía
inminente come resultado de la guerra civil en Holanda y el Gobierno
Británico tomó la decisión de fundar una colonia
en Botany Bay, en Nueva Gales del Sur. Una de las razones para fundar
la colonia era proporcionar una base naval para la Marina Británica
en el Pacífico. Lord Sydney, como Secretario de Estado por el
Ministerio del Interior, era el ministro encargado de esta empresa
y en setiembre de 1786 designó a Phillip comodoro de la flota
que debía transportar a los presidiarios y soldados que
serían los nuevos pobladores de Botany Bay. Una vez llegados
allí, Phillip asumiría los poderes de Capitán General
y Gobernador en Jefe de la nueva colonia. Se fundaría una colonia
subsidiaria en la Isla Norfolk, según lo recomendado por Sir
John Call, para aprovechar el lino y la madera naturales de esa
isla con fines navales. La flota de Phillip zarpó de Portsmouth
en mayo de 1787.
La flota
hizo escala en Río de Janeiro durante su viaje a Botany
Bay para obtener suministros esenciales. Esta estadía aparentemente
volvió a despertar la pena de Phillip por la oportunidad perdida
de obtener una gloria naval a causa del fracaso de su expedición
de 1783. Desde Río de Janeiro, Phillip envió noticias
a Sydney y a Shelburne (ahora Lord Lansdowne) en una carta a Nepean
fechada el 2 de setiembre de 1787:
Usted sabe
cuánto estaba interesado en la expedición propuesta contra
Montevideo, y que se decía que los españoles tenían
rnis tropas de lo que yo suponía. La siguiente relación
la obtuve de una persona que estuvo allí durante toda la guerra
y estoy seguro de que es exacta:
Un regimiento por de bajo de700
Al enviar
esta carta, quizás Phillip no estaba meramente lamentándose
por las desilusiones del pasado sino recordando a sus protectores
gubernamentales que la estrategia que respaldaba la expedición
de 1783 aún sería viable en case de reanudarse las
hostilidades entre Gran Bretaña y España. Su recordación
de que el asunto había sido discutido antes de dejar Londres
a principios de 1787 indicaría que Sydney estaba pensando en
tal expedición en ese memento.
Los
límites territoriales de Nueva Gales del Sur que Phillip proclamó
cuando formalmente fundó la colonia el 7 de febrero de 1788 lo
habrían hecho acordar de sus días en Brasil. El límite
occidental de su jurisdicción fue fijado en el meridiano
135° al este de Greenwich para que Nueva Gales del Sur incluyera
toda la mitad oriental de Australia. Ese meridiano coincidía
con la línea recíproca de la línea de demarcación
reclamada por España según el Tratado de Tordesillas.
La disputa entre España y Portugal sobre la ubicación
de la línea de Tordesillas había traido muchos conflictos
entre las dos monarquías, incluyendo la Tercera Guerra de
Colonia que terminó con un arreglo definitivo del asunto en ambos
hemisferios mediante el Tratado de San Ildefonso de 1777. Siempre
hostil a las pretensiones de España en el Pacífico, Gran
Bretaña se sintió libre para desconocer cualquier reclamo
que el Rey de España pudiera hacer con respecto a Australia oriental
segun los antiguos tratados cuando se tomó la decisión
de colonizar Nueva Gales del Sur.
Cuando Phillip
fue designado Gobernador de la colonia de presidiarios, la prensa de
Londres recordó, de manera algo tendenciosa, su transporte
de degredados de Río de Janeiro a Colônia en 1776.
Un artículo de The World del 10 de abril de 1789 expresaba:
"BOTANY BAY—El Sr. Phillip,
que está al mando, tiene la ayuda de la experiencia. Tuvo una
expedición similar que le confió Portugal para llevar
presidiarios a América del Sur."
Sin embargo,
no fue su experiencia en transportar presidiarios lo que hizo que Phillip
se destacara ante los ojos de Sándwich y Sydney. Sus servicios
en Brasil habian demostrado que era un oficial naval intrépido
y capaz y le habían permitido estar bien informado de la
navegación en las aguas del sur del Brasil y Río de la
Plata y de las defensas del imperio español en América
del Sur. Eso fue lo que resultó valioso en él para atraer
1a atención de Sándwich y Sydney. Su administración
competente como Gobernador y fundador de Nueva Gales del Sur desde
enero de 1788 hasta que un quebranto de salud forzó su retiro
prematuro en diciembre de 1792, justificaba la fe de ellos en sus
habilidades. Durante la Crisis del Estrecho de Nootka en 1790,
se reavivaron los planes para atacar al imperio español
en América y la nueva colonia de Phillip se consideró
como un punto de escala para una expedición desde la India. No
obstante, la crisis se resolvió antes de que estos planes
pudieran ponerse en practica.
[30]
La contribución de Phillip a la defensa de Brasil fue siempre recordada en ese lugar y tanto cuando hizo escala en Río de Janeiro en agosto de 1787 como comodoro de la flota que iba a colonizar Nueva Gales del Sur como durante su regreso a Inglaterra en febrero de 1793 fue colmado de atenciónes extraordinarias. [31] Los suministros que su flota recibió en Río de Janeiro en 1787 fueron esenciales para el éxito de la fundación de la nueva colonia y no cabe duda de que la provisión de esos suministros se vio enormemente facilitada por la buena reputación de Phillip. Watkin Tench, un Capitán de los Infantes de Marina, comentó sobre la visita de la flota en 1787: "Ciertamente, una parte de las numerosas atenciones que experimentamos durante nuestra estadía aquí se debe atribuir, sin lugar a dudas, al enorme respeto que los Portugueses tienen por el Gobernador Phillip, quien por muchos años fue capitán de su marina y comandó un buque de guerra en esta base, como consecuencia de lo cual se nos concedieron muchos privilegios, un trato que rara vez se daba a los extranjeros." [32] Río de Janeiro siguió siendo un puerto de escala vital para los buques británicos que aprovisionaban a la colonia de Nueva Gales del Sur hasta bien entrado el siglo diecinueve. [33]
de HistóriaMarítimoe Naval
Iberamericano, llhaFiscal,
Río deJaneiro,Brasil,
25
al 19deoctubrede 1999
Updated: June 13, 2018