RELACIÓN DEL DIARIO DE LOS TENIENTES DE NAVÍO
D. ANTONIO TOVA Y JOSÉ ROBREDO
DEL RECONOCIMIENTO DE LA COSTA Y SUS BAJOS
DESDE EL RÍO GUAYAQUIL HASTA LA ENSENADA DEL RÍO TUMBES.1


4. A las tres de la mañana, después de haber embarcado a bordo de la chata San Diego el cronómetro Nº 61 de la Descubierta, un teodolito, aguja, corredera, escandallo, y otros útiles para el desempeño de esta comisión, dimos la vela con el viento al SSO fresquito, dirigiéndonos a desembocar por el Naranjal. En efecto, a favor de la marea la ganamos a las nueve y cuarto y empezando a sondar en ella, encontramos una braza de agua sobre el solar en que sale de la punta de Mondragón Grande, que forma por esta parte la entrada del canal cuya sonda conviene con la que aquí establece el plano del ingeniero Requena. Se metió para el E y muy pronto aumentó el fondo hasta caer en la canal por 4 ½ y 5 ½ brazas lama a dos tercios de marea vaciante, siendo este último braceaje su mayor fondo y corriendo como al SE ½ S a dos tercios de cable de la isla de Motorrillo [Matorrillos], hasta más afuera de su medianía, que empieza a tomar su dirección más al S, a parar muy cerca de la punta S y E de Mondragón Grande prolongándose después por esta y la de Mondragón Chico hasta unirse fuera con la que se dirige a la Puná.

A las 11 ½, teniendo ya la creciente alguna fuerza, empezamos a perder y dimos fondo en 6 brazas lama ya muy cerca de la desembocadura. Como a media marea se halló que tiraba el agua 2 ½ millas del SSE al [folio 29v] NNO. La falta de horizonte no permitió tomar longitud ni latitud.

5. Se observó en la playa la hora de la pleamar a las 2h 58. y a las 3. 6. el principio de la vaciante, con la cual, teniendo ya a las 3 ½ suficiente fuerza, dimos la vela con el viento al S fresquito, procurando pasar sobre bordos la total salida, en los cuales caíamos a 3 y 3 ½ brazas siempre que salíamos del canal acercándonos al placer de la isla Serrana, pero volviendo otra vez a las 5 y 6 al atravesar la canal. Como al ponerse el sol el viento fue rolando al chanduy que llaman del NO al N y nos proporcionó una excelente bordada que conservamos hasta las 9 de la noche, volviendo a dar fondo a esta hora ya franqueados en 6 brazas lama.

Continuamos nuestra diligencia a la marea siguiente y a las 11 del día se volvió a dar fondo tanto por finalizarse la vaciante como por observar la latitud y horarios como verificamos con marcaciones y distancias estimadas a varios puntos de la costa, como Balao Chico, Tenguel y Río Grande.

6. Se adelantó todo lo posible en las vaciantes siguientes y al amanecer distábamos de la punta de Jambelí de 2 a 2 ½ leguas, demorando al S 37º E. Continuamos pasando al S y a las once, hallándonos N-S con la punta de Río Grande, dimos fondo en 8 brazas lama y se observó al mediodía la latitud y horarios a las dos de la tarde, haciendo al propio tiempo marcaciones y distancias estimadas a varios puntos de la costa, que consi [folio 30] deramos de poca exactitud, cuyo conocimiento y la necesidad de proporcionar las bordadas según los vientos y mareas para adelantar hacia el S hasta donde se entiende nuestra comisión con perjuicio de una buena situación para observar latitud y horarios nos propusimos verificar a la vuelta un trabajo seguido a favor de los vientos del SO al O que permiten correr la costa según su dirección.

7. Hemos continuad sin pérdida de tiempo a fin de alcanzar en el día los bajos de Payana, repitiendo como hasta aquí las sondas en todas las bordadas y marcaciones en los puntos en que estas variaban. Conseguimos avistarlos a las 6 ½ de la tarde al SO ¼ O y después de habernos acercado cuanto permitió la vaciante, dimos fondo en 9 brazas lama como a distancia de 1 legua de ellos, permaneciendo así hasta las 5 de la mañana, que nos levamos y los costeamos a distancia de 1 milla por fondo de 4, 3, 2 ½ y 2 brazas arena. Por su parte del O, en cuyo último braceaje ya no distábamos arriba de ½ milla, y empezando a repuntar la marea, dimos fondo en este sitio con el fin de observar horarios y latitud, notando que desde la punta de Capón, que distara como 1 ½ leguas al S de la boca de Payana, empiezan a prolongarse por la costa que hace alguna ensenada, 3 grandes islotes del NNE al SSO muy inmediatos a ella, avanzándose del extremo N del 1º al N y O una restinga de arena cuya mayor parte descubre en bajamar, y otra del extremo S del 2º a los cuales dan el nombre de bajos de Payana, los mismos sobre los que nos hallábamos fondeados.

Observamos al mediodía la latitud en este sitio y empezábamos a tomar los horarios cuando a la una [folio 30v] de la tarde refrescando el viento del O, empezamos a garrar sobre los bajos y fue indispensable dar la vela en el momento para montarlos, lo que verificado volvimos a fondear N-S con ellos y se tomaron los horarios.

8. Concluida esta diligencia se dio la vela con el fin de ganar hasta la ensenada, que ya se notaba más al S, en la cual el río de Tumbes y logramos a las 11 del día siguiente fondear en ella E-O con su punta del S que en lo que más sale al O distancia 2 leguas que creemos sea la del Manglar y a la inmediación del río demorando este al S 18º E y habiéndonos propuesto empezar desde aquí un trabajo seguido de la costa y sus bajos determinamos observar latitud y horarios en este sitio como termino de nuestra comisión. En efecto, tomamos al mediodía la primera de mucha satisfacción pero no tardó mucho en toldarse el cielo y no se pudo verificar lo segundo en este concepto y en el de que deseábamos no dilatar un instante más del término señalado nuestro regreso, creímos bastante exacto el llevar desde aquí una estima prolija y pasar a situarnos en la cabeza de los bajos de Payana para practicar allí al [folio 31] día siguiente dichas observaciones y deducir según la estima la longitud del punto de hoy, corriendo al propio tiempo de uno a otro una base que diese la colocación de todos los islotes que intermedian. En consecuencia, dimos la vela a las 2 ½ ratificando antes las marcaciones de punta del Mondragón y río de Tumbes y se dio principio a la base y su unida estimando prudencialmente la fuerza de la corriente, según lo que hasta aquí habíamos notado, aunque ya tan afuera se hace menos sensible y la graduamos de ½ milla por hora al fin de la vaciante y principio de la creciente; cuyas dos épocas sucedieron en el discurso de esta operación, durante la cual sobre una corta clara se pudieron tomar dos horarios. Concluido todo a las 5 ½ fondeamos en 3 brazas arena y se pasó la noche en esta disposición.

10. Vueltas a ratificar las marcaciones del fin de la base, se dio principio a otra para acabar de colocar lo más N de los bajos y concluida a las 3, los doblamos con el fin de sondar entre ellos y la costa de Payana, en cuyo espacio se hallaron 2 ½ y 3 brazas, quedando 1 escasa a la bajamar y mucha parte en seco como se notó en la noche que subsistimos fondeados en este sitio.

11. Deseosos de colocar aún más exactamente los bajos de Payana, nos situamos para el mediodía [folio 31v] N-S con lo más saliente al O de ellos y E-O con lo más N a distancia de 2/3 de milla en 6 brazas arena. Se observó en este sitio la latitud y horarios con marcaciones a Payana, punta de Capón, la de los islotes, etc. Con cuyas diligencias, satisfechos de quedar suficientemente colocada la costa, islotes y bajos desde la ensenada de Tumbes, nos dirigimos corriendo una línea de sonda al NE y NE ¼ N a la punta del río Jambelí termino de la ensenada que forma con ella para el S, la de Capón. A las siete y media de la noche fondeamos en la boca del río en 6 brazas lama a pleamar y a la mañana siguiente se midió en tierra una base de 1030 pies por la cual se colocó otro bajo que sale de la boca del río Nuevo inmediata a la punta N del de Jambelí y otros puntos de la costa de aquí para el N y algunos de la Puná, como el cerro de Mala.

Al mediodía se observó en el mismo sitio la latitud y en la tarde se tomaron horarios y alturas absolutas para determinar la marcha del 61, las cuales se repitieron al siguiente día 12 y concluida esta diligencia nos dirigimos a la punta de río Grande llevando otra línea de sonda al N ¼ NE. Fondeamos en ella a las siete de la noche en 3 brazas lama y a la madrugada [folio 32] se midió en su playa otra base de 1050 pies por medio de la cual quedaron colocados Tenguel, Balao Grande, punta del Corralito, cerro de Mala y el de la Puná Vieja, etc.

13. El día no permitió observar latitud ni horarios, pero hallándose este sitio marcado desde la base medida en la punta del río de Jambelí no nos pareció del caso demorarnos hasta el siguiente. Se observó la bajamar a las 4:26 del Nº 61 y el principio de la creciente a las 4:38, en cuyo momento dimos la vela con el fin de fondear delante de Balao. Lo que se consiguió a las 8 de la noche.

14. Permanecimos fondeados en 3 brazas lama hasta el mediodía que se observó la latitud E-O con la boca a distancia de 1 milla y no habiendo permitido tomar horarios por haberse toldado, se hicieron algunas marcaciones estimando distancias y al repunte de la marea dimos la vela con el mismo viento O costeando a distancia de 1 y 1 ½ millas por fondo de 3 y 4 brazas lama hasta las 6 de la tarde que proporcionando un bajo de arena que descubre en bajamar entre la boca del río del agua y de como a dos millas de la costa un sitio muy a propósito para medir en él una base para coger en la mejor dirección muchos puntos de la costa, islas de la Puná, Verde, Mondragón Grande y Chico y de la Serrana. Determinamos no despreciar tan buena ocasión y fondeamos entre la inmed [folio 32v] iación y la costa en 2 ½ brazas. Este bajo parece haberse formado en el cantil del placer que pone el plano desde playa Blanca a la isla Serrana y sólo descubre en bajamar.

15. Se observaron sobre el bajo latitud y horarios y se midió una base de 729 pies que es cuanto permitía y concluido todo continuamos para adentro por fondo de 2 y 3 brazas arena al río del NNO hasta caer en las 5 y 5 ½ lama del canal en que arribamos navegando por la medianía. Dirigiéndonos a entrar por la boca llamada del Motorrillo, cuyo canal hallamos con la misma agua y aún a veces 6 brazas cerca de la pleamar quedando en 3 al fin de él en el fin de la vaciante, que observamos en la playa a las 10: 57 del 61. empezando a crecer a las 11:30 del mismo. Nos levamos a las siete y media y dirigiéndonos a sondar el bajo del Zorro encontramos 2 y 2 ½ brazas a muy corto tiempo de crecer el agua y desde ese hasta este fondeadero 5 ½ y 6 ½ brazas lama.

Como todas las observaciones de latitud y longitud se han puesto por duplicado en cuadernos separados para calcularse en las corbetas y nada de esto se ha hecho durante nuestra comisión se omite el expresarlos aquí suce [folio 33] diendo lo mismo a las sondas que igualmente se traen en otro cuaderno y solo se dirá en cuanto de estas que desde la punta del Manglar hasta la boca del río por la parte que hemos trabajado no hay otros bajos que los ya expresados, de los cuales el que más no se avanza 1 milla a la mar, siendo estos de pura arena y ninguna piedra y que a cortísima distancia de ellos se encuentran las 5, 6, 7 y 8 brazas lama de que se inferirá la poca exactitud de los planos que hay de estos parajes y que no hay el menor riesgo de acercarse a esta costa si fuese necesario pues de ella no hay separado ninguno, no siendo aún estos mismos otra cosa que placeres de arenas que arrojan las bocas de los ríos de que está llena la costa.

Los de Payana respecto a esta de allí para el N es cierto que salen más que otro alguno pero con atención a los islotes que siguen al S para delante de ella guardan la misma proporción. Entre estos y la costa hay un estero de corto espacio y de ningún uso, y las bocas de los islotes son impracticables por estar regadas de arenas.

Esteros y ríos que sirven de comunicación para los pueblos de la costa.

El principal de todos y más frecuentado es el que llaman de Jambelí por el cual se hace [folio 33v] navegación al salto de Tumbes para pasar después por tierra al pueblo de este nombre, que dista del salto siete leguas, teniendo hasta este paraje seis de largo el estero y 2 1-2 brazas de agua en bajamar.

El salto tiene este nombre porque en él saltan o desembarcan y está situado en la unión de dicho estero con el de Payana formando un pequeño recodo donde atracan las embarcaciones como a 3 leguas de la boca de este último por el cual no se trafica a causa de los bajos y de necesitarse para entrar la pleamar.

El de Juan Ventura en el remate de los islotes al S, que aunque llega a corta distancia de Tumbes, es de poquísimo curso por la misma razón que Payana, sucediendo lo mismo al río de Tumbes.

El de Pilo y Río Nuevo sirven de comunicación para Machala y están situados el primero dentro del estero de Jambelí no muy distante de su boca en la costa del N; y el segundo a la misma parte fuera de la punta N de este donde empieza la pequeña entrada de la huertas. El más frecuentado es el primero [folio 34] Distara Machala de su boca 1 legua.

El río Salado, en esta misma ensenada de las huertas, conduce a las que hay de cacao como 3 leguas adentro y pertenecen a la jurisdicción de Machala.

El de Tenguel sirve de comunicación a unas huertas o haciendas de cacao pertenecientes a don Silvestre Gorostiza y de algunos años a esta parte se ha formado un pueblecito como de 20 casas donde se cogen al año de 14 a 15000 cargas de cacao, la mayor parte del expresado Gorostiza.

El de Balao Grande entra a una pequeña población de este mismo nombre que se compone de 25 a 30 casas y está a distancia de 1 ½ leguas de su boca. La mayor parte cosecheros de cacao y otros frutos del país. Hay igualmente un almacén de sal que se extrae de Punta de Arenas y en él se proveen las gentes que bajan con este fin de la sierra.

El de Balao Chico que distará como dos leguas de la boca de este río se reduce a 6 u 8 casas, cuyos vecinos se emplean en la cría de ganado vacuno.

El río del Naranjal tiene dentro una población de 30 a 40 casas, cuyos moradores [folio 34v] cultivan igualmente el cacao y hay, lo mismo que en Balao, almacén de sal con el mismo objeto.

Sólo este y el estero de Jambelí tienen agua para entrar los barcos del país, pero todos los demás necesitan a lo menos media marea aún para llegar a sus bocas, que hemos visto quedar en seco.

Hay otros muchos riachuelos y pequeños esteros que se omiten aunque vienen señalados en el diseño que se ha formado de la costa.

Método de navegar los barcos del país.

Se sabe que esta navegación se hace en balsas, bunques, chatas y canoas. Su salida y entrada ordinaria es por la boca de la Puná. En el caso siguen costeando aquella isla hasta cierto paraje con atención a la marea y atraviesan a viento largo al paraje de su destino. En el segundo atraviesan del mismo modo para atracar la costa de la misma isla para precaverse de que les coja algo afuera el viento chandui que encuentran generalmente sobre la [folio 35] isla de la Puná casi infalible por la tarde, cuya misma razón les obliga a dirigirse siempre por esta boca por serles después más largo para la subida del río.

Sólo los que trafican al Naranjal y Balao Chico suelen salir y entrar por esta boca o la del Motorrillo, aprovechando cualquier instante de viento fresquito y largo que se lo permita.

Los vientos de la punta de Arenas afuera soplan generalmente en esta estación del SO al O y así lo hemos experimentado bastante fresquitos. Suele recalar a veces el chandui y falta pocas sobre la Puná sobre tarde como se ha dicho.

El tiempo amanece generalmente garrando en la costa, aclara y sale el sol de 10 a 11 del día, pero vuelve a toldarse de 2 a 3 de la tarde según hemos visto.

La práctica y explicación del patrón no nos suministran otras noticias útiles que las anotadas en esta relación y en cuanto al plano del río lo hemos hallado bastante exacto en sus sondas, pero en el canal del Motorrillo hay sobre 2 pies más de agua que la que pone, suponiendo aquellas hechas a ½ marea como dice.

[folio 35v] A bordo de la corbeta Atrevida 16 de Octubre de 1790.

José Robredo

Antonio de Tova

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1 1790 October 4-6. Museo Naval, Madrid. Ms 272, f. 29-35v.  Document transcribed by and courtesy of Enrique J. Porrúa.
 

 

Updated: June 13, 2018